En las últimas dos décadas el mundo del Metal ha continuado presentando significativos avances en materia de evolución sonora, tendencias van y vienen pero quizá ningún subgénero ha mostrado tanto crecimiento como el Deathcore. Bandas como Lorna Shore, Shadow Of Intent y Enterprise Earth han surgido en los últimos años para llevar la bandera del Deathcore en la actualidad, una bandera que por muchos años fue ondeada por la que ha sido considerada durante muchos años su banda más icónica: Suicide Silence.
La trayectoria de Suicide Silence a este punto ha sido bien documentada y al mismo tiempo ha sido algo fascinante de ver. Un grupo de amigos que en la última década ha hecho cambios que han despertado diversas reacciones en el ojo público, pero de todas maneras logran continuar hacia adelante a pesar de las adversidades.
Sin más heridas por sanar, nuevo integrante en Ernie Iniguez en la batería y quizá su mejor forma en muchos años, Suicide Silence anuncia el lanzamiento de Remember… You Must Die, nuevo álbum de estudio sucesor del infravaloradísimo Become The Hunter. Siendo además una apuesta por lanzar un álbum más fresco mientras se reencuentran así mismos, lo cual desde ya anticipamos: Lograron con creces.
El álbum inicia con “Remember…” un intro escalofriante de un minuto de duración que nos da una pequeña antesala de lo que se viene y a la vez a los fans más veteranos de la banda les dará nostalgia al notar vibras de “Revelations”, intro en el clásico The Cleansing.
Una vez se recita el “Remember… You Must Die” de manera explosiva entra toda la banda con “You Must Die”, primer single de este álbum que aunque ya lo hemos escuchado varias veces (Incluso en directo), su impacto se magnifica aún más al potenciarse del intro anterior. Canción rápida y potente donde predominan los despiadados ataques de guitarras comandados por Chris Garza y Mark Heylmun y los frenéticos beats de Ernie Iniguez.
Esta canción comparte algunas similitudes en estructura con “Unanswered” pero esta vez con giros mucho más orientados al Death Metal en elementos como los riffs de guitarras, pero manteniendo aún así la esencia del sonido de Suicide Silence.
Seguimos con “Capable Of Violence (N.F.W.), otro single de este álbum que mantiene el ímpetu de la canción de apertura pero esta vez dando elementos mucho más orientados hacia el Groove Metal, con un violento trabajo en los riffs de guitarra y en el agresivo solo de Mark Heylmun, destacando además el carnicero tono del bajo de Dan Kenny durante toda la canción, en especial con ese épico final.
Aparece después “Fucked For Life”, una de las canciones no lanzadas anteriormente y es una de las mayores sorpresas del álbum. Ya que contiene algunos de los mejores “Hooks” del disco e instrumentalmente es una absoluta salvajada, en gran parte por el demencial trabajo de batería de Ernie Iniguez.
En esta canción Ernie básicamente se gana sus alas como indiscutido baterista de Suicide Silence. Presentando salvajes blast-beats que son cada vez más rápidos a medida que la canción progresa hasta llegar a la sección del bridge y el breakdown donde añade grandes fills con doble bombo, mientras Eddie Hermida con unos gritos estridentes añade intensos y memorables estribillos que prometen ser potentes en un eventual performance en directo.
Un elemento clave de álbumes anteriores que Suicide Silence parece haber recuperado en este nuevo álbum es el “Factor diversión” durante el proceso creativo, traduciéndose esto en un álbum mucho más fresco y orgánico. Esto se evidencia en “Kill Forever” donde antes de iniciar la canción bromean con el micrófono abierto para luego continuar con la frenética devastación del álbum.
Esta canción nos muestra que año tras año Eddie Hermida sigue en una forma vocal óptima, probando por qué es uno de los mejores y más constantes vocalistas en la historia del Deathcore. Presentando grandes técnicas guturales, gritos estridentes e incluso mejorando aún más su capacidad para crear “Hooks” memorables.
“God Be Damned” continúa con los rápidos y agresivos beats de canciones anteriores. Pero la verdadera magia ocurre en la sección del bridge, donde bajan las revoluciones y Mark interpreta memorables y emotivas melodías siendo este uno de los momentos más destacados de todo el disco. Mostrando una influencia de exponentes del Sludge Metal como Crowbar o Down.
Siguiendo con esta corriente Sludge continuamos con “Alter Of Self”, uno de los singles promocionales de este álbum que presenta una canción muy psicodélica donde brillan una vez más las envolventes melodías de guitarra a cargo de Mark Heylmun y un beat constante comandado por Ernie Iniguez en percusión, quien demuestra grandes habilidades mientras que contribuye a la construcción de las canciones, como en ese fill previo al breakdown final de la canción.
La velocidad aumenta de golpe una vez más con “Endless Dark”, rápida canción llena de inesperados cambios de ritmo para volver a los blast-beats del inicio y una que otra variación en la que Ernie Iniguez añade patrones únicos en cada verso y la sección del solo, siendo esta última un potencial punto de circle pits cuando esta canción sea interpretada en directo.
“The Third Death” inicia en cambio con un directo breakdown, antes de despegar a toda velocidad y regresar al mismo punto de partida con un breakdown similar y pasar a una sección mid-tempo con un riff pegadizo que va de la mano del hook establecido por Eddie hasta llegar a la cereza del pastel con un bestial y prolongado gutural al final.
“Be Deceived” baja las revoluciones un poco, pero de igual mantiene la fuerza y constancia del álbum. Sus patrones rítmicos nos pueden recordar a algunos elementos de You Can’t Stop Me, pero esta vez la banda despliega una mayor fuerza sonora tanto en producción como en ejecución.
Otro gran aspecto a destacar en Remember… You Must Die es la economía de las canciones, puesto que la mayoría no llega a los 4 minutos pero de todas formas logra añadir grandes cantidades de elementos a cada canción. Logrando que ninguna de estas pistas llegue a caer en algún tipo de monotonía debido a sus grandes estructuras.
Esto se evidencia en gran medida con la versátil “Dying Life” donde en sus 3 minutos y 20 segundos de duración Chris Garza y Mark Heylmun dan una absoluta clínica de riffs y grooves en una de las canciones más dinámicas del álbum. Hay mucho sucediendo en estas canciones y hay demasiados riffs, pero aún así la banda logra mantener el esquema fijo de la canción haciéndola aún así muy agradable de escuchar.
Cerrando este gran álbum aparece “Full Void”, la cual puede considerarse el Magnum Opus del disco al ser la canción más larga del disco llegando a 5 minutos con 44 segundos. A comparación de las canciones anteriores, ésta inicia con un intro muy calmado para ir desatando su fuerza de manera progresiva hasta llegar a un aplastante breakdown.
Instrumentalmente es la canción más “Arriesgada” del disco y se destacan muchísimo los solos de Mark Heylmun, pero en ciertos espacios hubiera sido escuchar más de Eddie. Sin embargo, logra ser un digno cierre para un excepcional álbum por parte de Suicide Silence, terminando de la misma forma con la que inició. La voz tenebrosa recitando “Remember… You Must Die” para así marcar el final.
Remember… You Must Die puede considerarse desde un álbum crucial en la carrera de Suicide Silence. Más allá de su gran calidad en composición, producción y ejecución, representa a la banda reencontrándose así misma sin necesariamente caer en la nostalgia y reafirmando su gran momento. Reforzando su lazo con su propia identidad, como banda, algo más grande y poderoso que la etiqueta de cualquier subgénero.
Sí, hay Suicide Silence para rato.
Calificación: 9.5/10
Contador de historias por pasión y periodista de profesión. Guitarrista ocasional y metalhead de tiempo completo. “Viviendo un concierto a la vez”.
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