Históricamente en el mundo del Metal, cada subgénero ha sido erigido por grandes exponentes que dando un paso enfrente y con un gran liderazgo han sabido convertirse en pilares de su respectivo subgénero, figuras que se vuelven igual o más grandes que la etiqueta de la música que interpretan. Músicos como Dave Mustaine en el Thrash Metal o Chuck Schuldiner en el Death Metal pueden ser claros ejemplos de esto, pero en el caso del Deathcore no hay lugar a dudas de que su máximo ícono fue y sigue siendo Mitchell Adam Lucker.
A principios de la década del 2000 con Mitch Lucker en frente, Suicide Silence logró un rápido crecimiento en una emergente escena de jóvenes que combinaban elementos del Death Metal y el Hardcore que sería denominada como “Deathcore”. Bandas como Job For A Cowboy y Whitechapel empezaban a hacerse un nombre en la escena, pero cuando se mencionaba la palabra “Deathcore” la primera banda que saltaba a la mente era Suicide Silence. Esto en gran medida a la furiosa puesta en escena que Mitch Lucker desprendía, haciendo que cada presentación en directo de Suicide Silence se convirtiera en una experiencia muy física y emocional para todos los fanáticos que asistían a un show.
La gran conexión de Mitch Lucker con los fans de Suicide Silence estaba llena de contrastes muy marcados dependiendo si Mitch estaba sobre el escenario o fuera de él. En el escenario era una fuerza demoledora con una voz y presencia sin iguales, desatando grandes cantidades de energía que se reflejaban en el público. Mientras que fuera del escenario Mitch era un ser humano sumamente adorable con sus fanáticos, siempre tomándose el tiempo para compartir, conversar, firmar autógrafos y tomarse fotos cada vez que podía. Recordando que independientemente del gran éxito y reconocimiento que tenía él seguía siendo un fan, a la vez que afianzaba su lazo con sus fanáticos con su ya legendaria frase “Without fans we are not shit”.
Cuando eres un joven entre tus 15 y 16 años te enfrentas a muchas situaciones, lugares o personas que buscan reducirte y someterte al máximo. Un sentimiento familiar para muchos jóvenes quienes descubrieron en la furiosa música de Suicide Silence y la figura de Mitch Lucker un guía que te grita en tu cara no para reducirte, sino para empoderarte a levantarte, seguir hacia adelante y gritar más fuerte.
¿Quién no recuerda haber gritado con fuerza en su juventud versos como “Where is your God!?”, “Pull the trigger bitch!”, “Wake up! Wake up!”, “Live life hard” o simplemente “Fuck everything!”? Cada álbum tenía una intención clara y directa por medio de las temáticas que las letras escritas por Mitch abordaban. The Cleansing contenía letras sumamente furiosas que pueden describirse como una verdadera oda a la catarsis de la furia interna, No Time To Bleed invita a expandir los horizontes de la mente y finalmente The Black Crown presenta una visión caótica del mundo que nos rodea. En medio de los diversos matices líricos de cada álbum, todos coinciden en un mismo fin: Otorgar el máximo poder a los fanáticos.
Siendo quizá la letra más icónica de su trayectoria, “You Only Live Once” es la letra que define perfectamente el estilo de vida de Mitch, quien veía cada día como una nueva aventura y buscaba sacar el máximo provecho de su tiempo en vida “Haciendo cada segundo divino”. Algo que ha sido mencionado por amigos y cercanos como “Vivir muchas vidas en 28 años” debido a la gran emoción con la que Mitch vivió, dando un mayor significado al “Live life hard” y convirtiéndolo más que en un verso un estilo de vida que Mitch llevó sobre sus hombros con orgullo hasta sus últimos días.
Todos recordamos dónde estábamos y qué estábamos haciendo al momento de enterarnos de que ya no volveríamos a escuchar los poderosos versos de Mitch gritados con su característica fuerza y tampoco volveríamos a ver su característico “Lucker stomp” causando estruendos sobre los escenarios. Dejando a muchos con ganas de haberlo visto en directo o al menos haberlo conocido.
Con la temprana partida de Mitch Lucker muchos planes quedaron inconclusos, entre ellos un concierto benéfico a realizarse en el mes de diciembre de ese año. Este concierto terminó convirtiéndose en el ya legendario Mitch Lucker Memorial Show, donde grandes nombres en el Metal como Max Cavalera, Randy Blythe, Phil Bozeman, Danny Worsnop y Eddie Hermida se reunieron para interpretar las canciones más icónicas de la trayectoria de Mitch como homenaje a su vida y obra. Sin duda la noche más importante en la historia del Deathcore como subgénero, debido a la gran unión y emotividad que se sintió en el ambiente, registro que quedó inmortalizado en un posterior lanzamiento en DVD.
Tras esto, el status de Suicide Silence como banda estaba básicamente en el limbo, el panorama era totalmente incierto y muchos daban la trayectoria de la banda como finalizada. Pero, antes de partir Mitch Lucker dejó como legado las letras de “You Can’t Stop Me”, canción que daría título a un eventual álbum de estudio y a la misma vez la luz del sendero por el cual Suicide Silence se levantaría y continuaría moviéndose hacia adelante, esta vez con Eddie Hermida en las voces, quien con orgullo, dignidad e integridad ha estado haciendo un estupendo trabajo en la banda hasta la actualidad, ondeando siempre la bandera del legado de Mitch mientras se llega a nuevos horizontes musicales que hasta la actualidad se siguen descubriendo.
Hasta el día de hoy tras 10 años de su partida, Mitch Lucker sigue siendo recordado y celebrado no sólo por fans de Suicide Silence sino por todos los fans del Deathcore en general. Hasta el punto en que su publicación final en Instagram que de manera premonitoria lleva el caption “The dead are living” se ha convertido en una especie de espacio de peregrinación, donde miles de fans hasta el día de hoy siguen comentando sus respetos, felicitaciones en su fecha de cumpleaños e incluso cuentan historias sobre cómo su música, su personalidad y en especial sus letras siguen impactando positivamente sus vidas.
Mitch Lucker vio nacer el Deathcore y tras su partida una década después, el subgénero se ha mantenido en constante crecimiento con nuevos referentes actuales como Lorna Shore, Shadow Of Intent, Enterprise Earth (Y muchas más), mismo subgénero que aún sigue teniéndolo como su máxima figura. Pasarán los años y Mitch Lucker seguirá siendo el máximo ícono y referente para toda la escena del Deathcore y en especial para aquellos que ya estamos lejos de ser los niños de 15 y 16 años que descubrimos su música en secundaria, pero aún tendremos por siempre viva su joven imagen llena de vitalidad, alegría y fortaleza.
Al final él tuvo razón…
“Ending is the beginning”.
Contador de historias por pasión y periodista de profesión. Guitarrista ocasional y metalhead de tiempo completo. “Viviendo un concierto a la vez”.
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