Desde Quito, Ecuador llega a nuestros oídos el último álbum de Total Death, pioneros en su género el Doom Metal desde hace 20 años, nombrado “Mar de Aguas Amargas”, el álbum contiene 7 canciones en las que podremos encontrar colaboraciones especiales como invitados de la banda, sumado a un sonido melódico, crudo y lleno de armonías muy melancólicas.

La banda se encuentra formada en este momento por Ider Farfán- voz y guitarra, Danny Molina- batería y Rubén Barros- bajo.

El disco abre con la canción “El Agua Feroz de los Anhelos”, una melodía melancólica y con una letra trágica, acompañada de un teclado y la voz de Ximena Viver (actriz de voz y locutora ecuatoriana) como invitada.

La siguiente canción llamada “Corazón Sin Purificar”, dura más 9 minutos y suma ya una esencia completamente Doom Metal, se comprende de un intro largo con agradables rasgueos de guitarra, para después bajar la energía a la voz cruda de Ider con melodías más lentas, tenemos que mencionar que el cambio con los coros guturales hace que de nuevo suba y estos altibajos hacen que la canción no sea pesada. 

“Rencor Signo Sublime”, es una canción más armoniosa y de la cual también se desprende un video en su lanzamiento.

Y si de melancolía y sensualidad hablamos, “En el Centro del Alma Rota” nos atrapa con un intro acompañado de sonidos de viento y piano, que son brutalmente interrumpidos con las voces y cambio de ritmo en la melodía, en esta canción de nuevo encontramos a dos invitados Albert Conejero (voz de Evadne, banda de España) y Joan Esmel.

Más cerrada a su género, “Sombrío Instinto” llega para sorprendernos con un acompañamiento de guitarra clásica y melodía de teclas, como si fuera el sonido de un acordeón, esta canción tiene la valiosa colaboración de Hugo Idrovo (músico ecuatoriano).

“Naufragio Hacia Adentro”, es una decadente melodía que retumba con la voz de Ider, entrelazada con sonidos atmosféricos que se pierden después con las guitarras, para hacernos caer en un viaje musical bien estructurado, está es la canción más larga del álbum y sus 11 minutos son completamente envolventes.

La séptima y última entrega del álbum llamada “La Sed Invisible”, hace un cierre completamente Doom, que es mezclado al final con riffs de guitarras más rockeras.


Los 55 minutos que nos entrega la banda con su último  álbum, son un excitante paseo por la melancolía y la elaborada música que acompaña a las voces trágicas y guturales de Muerte Total y aunque las canciones son largas, la composición de cada una y los invitados hacen que el álbum sea muy digerible y recomendable.