Días atrás el mundo del Metal fue sacudido por la trágica noticia del fallecimiento del gran Trevor Strnad, icónico y carismático vocalista de la prominente banda de Death Metal The Black Dahlia Murder. Gran parte de la escena del Metal actual y hasta leyendas icónicas del Metal como Gary Holt de Exodus o el mismísimo Rob Halford de Judas Priest no tardaron en expresar sus condolencias, dando una dimensión de lo amplio y reconocido que fue el legado de Trevor. Pero, ¿cómo se llegó a forjar una trayectoria tan ampliamente reconocida y respetada? Muchos factores lograron converger para hacerlo desde ya un inmortal.
Para reconocer la grandeza del legado de Trevor Strnad, cabe empezar reconociendo la gran importancia que tuvo The Black Dahlia Murder en el mundo del Metal extremo durante la década de los 2000’s desde su surgimiento en 2001. Manteniendo una notable constancia empezando desde su álbum debut Unhallowed, pasando por álbumes aclamados y ya considerados clásicos como Nocturnal y Everblack. Álbumes por los cuales si te adentraste a descubrir los sonidos más extremos del Metal por primera vez (En específico el Death Metal) durante esta época, es muy probable que The Black Dahlia Murder haya pasado por tus primeras listas de reproducción.
Aunque álbumes como los ya mencionados son considerados de culto por los fans que siguen a la banda desde sus inicios, ciertamente los que siguieron mantuvieron la solidez de su discografía. Álbumes demoledores y melódicos como Ritual, Abysmal y el aclamado Nightbringers terminaron de consolidar a The Black Dahlia Murder como una de las bandas más constantes del Metal. Dando la sensación de que cada álbum en cierta medida traía elementos que superaban al álbum anterior con un Trevor Strnad que incluso traía nuevos matices tanto líricos como vocales, pero al mismo tiempo siempre procurando mantener la esencia que cada fanático de la banda esperaría de un nuevo álbum. Manteniendo esto hasta Verminous, el cual sería tristemente el último álbum de The Black Dahlia Murder con Trevor al frente de la banda.
Un complemento perfecto que hizo especial a The Black Dahlia Murder más allá del ámbito musical fue el gran carisma que Trevor relucía dentro y fuera del escenario, siendo en tarima un showman que hacía cada show de la banda una energética y divertida experiencia. Mientras que fuera del escenario era siempre el alma de la fiesta, alguien sumamente sencillo y sumamente amigable quien siempre tenía tiempo para saludar y compartir ya sea con fans o músicos de otras bandas. Haciendo que el cariño de la gente hacia él fuera aún mayor.
Una de las mayores características de Trevor Strnad fue su amplio conocimiento de todo lo que se tratase sobre Metal. Siendo descrito como una “Enciclopedia andante del Metal”, siempre fue un ávido coleccionista y conocedor de todos los distintos subgéneros ya sea géneros extremos vieja escuela como el Thrash, Death o Black, hasta subgéneros más contemporáneos como el Metalcore y el Deathcore. Siendo esto un aspecto clave del por qué tanto The Black Dahlia Murder como la figura de Trevor Strnad se convirtieron en una especie de puente intergeneracional entre el históricamente dividido público “Vieja guardia” y “Nueva escuela” del Metal.
Siguiendo su incesante afición por el Metal y ajeno a sus actividades con The Black Dahlia Murder, Trevor Strnad fue alguien quien siempre tuvo una mano para ayudar a bandas emergentes ya sea con menciones, difusión e incluso en innumerables colaboraciones. Tal como en el caso de bandas como Benighted, Shadow Of Intent, Infant Annihilator y Baest. Siendo con estos últimos su colaboración final y al mismo tiempo la última grabación lanzada incluyendo su voz con él en vida.
La figura e influencia de Trevor Strnad perdurará en la historia no sólo por su sólida y constante trayectoria que tuvo por más de 2 décadas al frente de The Black Dahlia Murder, sino también por ser alguien que nos recordó de lo que realmente se trata el Metal: Divertirse, crear uniones que resistan el paso del tiempo y recibir con los brazos abiertos los nuevos sonidos y nuevos públicos de un género que está en un constante crecimiento, manteniendo viva la llama de su legado y del Metal por siempre.
Contador de historias por pasión y periodista de profesión. Guitarrista ocasional y metalhead de tiempo completo. “Viviendo un concierto a la vez”.
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